Ya no pesan las palabras
olvido
desvelo,
todo es liviano,
perfectamente un duelo
que se aleja,
impulso de un corazón
que aprende a no verte.
Ordeno el desván de mi alma
con las manos llenas de adioses
y los kleenex secando
la estancia.
Miro el futuro
para establecer un vínculo
entre el mundo y mi poesía
y con todo
salir a la calle
a completar la historia.
La mía.
Me encanta tu nuevo blog y por supuesto los poemas. Ya me tienes enganchada también a este ;)
ResponderEliminarGracias Julia, aún está en construcción.
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