Yo era verano
cuando bailaba con lobos
en pistas
de infinitos diámetros.
Era verano
cuando caminaba
furtiva
por las aceras 
de tu casa.
Era verano
cuando la revolución
me corría
por las venas
borrando fronteras
en tus labios.
Yo era verano
cuando el deseo
me registraba
en hoteles
de infinitas estrellas.


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